TMB

13 de septiembre de 2006.

Son la 05:00 de la mañana.

Localidad: Barcelona. 

Le despertó unos minutos antes ese clásico rumor que hace la lluvia al chocar contra el suelo. Los automóviles. Los pocos que por allí pasaban a aquella hora, sugerían a su paso por delante de su casa que el suelo por el cual circulaban estaba mojado.

Se levanto como cada día y se acerco a la ventana. Sus sospechas eran ciertas. Miro al oscuro cielo a través del cristal con la débil esperanza de que aquello solo fuera una nube solitaria empeñada en fastidiarle el día que todavía ni siquiera había empezado.

El cielo cubierto de nubes que reflejaban la débil luz artificial de la ciudad, le demostraba lo bajos que estos estaban.

Meneo el rostro negativamente al ver el modo con que caía. ¡como una cortina de agua!

- ¡Hoy me tocara coger el automóvil! -. Se dijo acariciándose la barbilla contemplando aquella perspectiva mas como una contrariedad que como una ventaja.

Tenía el vehículo bien aparcado. Una hora le había costado el día anterior aparcarlo. Y no estaba muy de acuerdo en moverlo por unas cuantas gotas de agua. O al menos eso creía el.

Desayuno como todos los días y a las 5:30 de la mañana salía de casa provisto de un gran paraguas que le resguardaba de la lluvia en pos, como si de un día cualquiera se tratara del metro

Este el de la línea 5, la estación del Hospital de Sant Pau (Hospital de san Pablo), se hallaba a tres manzanas de la casa. No era mucho trecho en realidad pero en un día como aquel se le hizo mas largo que de costumbre. 
 
 
 

Cuando llego al andén se dio cuenta que de la estación salía un convoy. La frecuencia normal a aquella hora de la mañana en aquella línea era de un intervalo de no más de cinco minutos. Contando que tenía que trasbordar a la línea I y que el intervalo de esta era de 5 a 9 minutos a esas horas calculo que llegaría a su estación sobre las 6:12. y eso que eran las 5:38 de la mañana.

- ¡No tengo por que preocuparme! -. Se dijo muy seguro de si mismo.

Se sentó en uno de los asientos a esperar el próximo tren de la mano de un libro que siempre se procuraba para hacer el viaje más placentero. 

Le gustaba leer. Pero su horario de trabajo no se lo permitía. Así que entre viaje y viaje había encontrado el hueco preciso donde además nadie le molestaba. El resto de pasajeros, la mayoría restaban sentados medio adormilados o con la mirada fijada en el techo. Eso si no cerraban los ojos y se hacían los dormidos. Por lo que leía sin interrupción durante unos 35 minutos aproximadamente el trayecto. Pero aquel día seria algo distinto a lo que Víctor, nuestro protagonista, estaba acostumbrado.

Para empezar, nada mas sentarse en el banco del andén a esperar el siguiente convoy, este, el que esperaba, apareció apenas transcurridos unos escasos tres minutos de la salida del otro tren.

Víctor arqueo las cejas algo sorprendido.

- ¡La TMB, Transpors Metropolitans de Barcelona (Transportes metropolitanos de Barcelona) va mejorando aun ritmo inusual! -. Se dijo al tiempo que se levantaba y se felicitaba por aquel hecho al tiempo que una vez detenido el convoy se introducía en uno de los vagones sentándose en uno de los asientos vacantes.

Los convoyes a aquellas horas de la mañana iban casi vacíos. Por eso, Víctor utilizaba ese medio para trasladarse a la oficina.

Llego a Plaza de Sants sin apenas incidentes. El convoy se detuvo durante un minuto en el interior del túnel antes de llegar a su estación, la de Sants, y luego reanudo la marcha sin más. Todo normal hasta el momento en el tráfico subterráneo de aquellas horas. 

Víctor se apeo y empezó a andar atravesando los pasillos hacia la otra línea. A mitad del recorrido, la megafonía de la estación anuncio… 

- ¡LAMENTAMOS COMUNICARLES QUE DEBIDO A UNA INCIDENCIA TECNICA LA LINEA 5 SOLO FUNCIONA DE PLAZA IBIZA HASTA COLLBLANC I DE Can Vidalet  HASTA CORNELLA¡ 

Víctor se congratulo al escuchar aquello.

- Por lo menos ya estoy aquí -. Se dijo creyendo que había tenido suerte al coger aquel tren.

Llego al anden en el preciso instante que un convoy salía de el en dirección H. Bellvitge. Era el suyo. El que siempre tomaba a aquellas horas.

- ¡Vaya por dios! -. Protesto en su interior -. Ahora deberé esperar 10 minutos a que llegue el siguiente.

Mientras avanzaba asta el otro extremo del andén miro sin grandes esperanzas el letrero de frecuencias de paso. En el se leía… ACTUALIZANT DATES (Actualizando datos)

- ¡No podía ser menos! -. Volvió a protestar en silencio -. El próximo va a tardar más de lo debido y no se atreven ni siquiera a anunciarlo -. Se dijo a si mismo contrariado-_ ¡De seguro que me quedan unos 15 minutos de espera! -. Se volvió a decir ojeando su reloj de pulsera al tiempo que tomaba asiento en el andén algo enojado.

- ¡De que me sirve levantarme ½ hora antes si esta gente hace luego lo que le sale de las narices!

Sacó de nuevo el libro abriéndolo por la página concentrándose de nuevo en la lectura apaciguando de este modo su creciente mal humor. Eran la 05:55 de la mañana.

Pasaron unos 12 minutos y lo que le extraño es que en todo este tiempo no había visto ningún tren en sentido contrario. Ese detalle le preocupo. No era del todo lógico. La línea con 30 estaciones no podía parar tanto tiempo los trenes dejando al resto de estaciones de la línea sin su frecuencia de paso. 

Tres minutos mas tarde aconteció algo que no se esperaba y que a lo largo se su vida, aun no había visto en los trenes del metro. El convoy que había perdido volvía a entrar en la estación lentamente marcha atrás y con todas las luces encendidas deteniéndose en el anden abriendo sus puertas. Los pasajeros empezaron a salir tomando la dirección de la otra línea que el sabia cortada también. Su rostro, el de los pasajeros, era una mezcla de frustración y confusión. Sin salir de su asombro, Víctor se levanto maquinalmente. Miro el letrero de las frecuencias y… ¡tate! 

La línea 1, debido a una incidencia técnica, solo funciona de plaza de Sants a fondo y de Santa Eulalia a hospital de Bellvitge. 

Sin conseguir salir de su asombro y estupor se acerco al puesto de mando del tren atravesando de nuevo todo el andén en sentido inverso esta vez. Allí, un hombre de camisa blanca y pantalón negro provisto en la mano de un Walkie- talkie a pie de cabina, parecía dar instrucciones al “motorista” (Reciben este nombre todos los conductores de tren en el argot del metro de Barcelona)

- ¡Perdone…! -. Interrumpió Víctor la platica - ¿Va este tren a seguir ruta?

- No. Vuelve a fondo. -Le respondió el hombre muy amable.

- La línea de momento se corta aquí. -. Añadio al tiempo que se volvía de nuevo a dirigirse al “motorista” siguiendo dándole instrucciones.

La respuesta le sentó mal. Empezó a caminar maquinalmente en dirección a la línea 5 a sabiendas de su corte maldiciendo una y otra vez su suerte.

- ¡Tenia que coger el coche! -. Se decía una y otra vez mientras caminaba analizando las alternativas que tenia ante si. Pocas por cierto. Una de ellas, la de volver atrás y coger el coche era la que mas posibilidades de tener éxito. De esta forma su llegada al trabajo se demoraría unos 20 minutos más o menos. Otra era llegar hasta Collblanc y buscar un autobús que le llevara hasta Cornella. La demora seria de una hora. Esta, por descontado, descartada. Entonces recordó…

- ¡Los “Ferrocatas” (FGC)! la estación de ellos estaba en la Plaza de España. ¡La recién nombrada línea 8! A dos estaciones marcha atrás de donde el se hallaba. 

Linea 8

Pl. Espanya.__ Magòria-La Campana .__ Ildefons Cerdà.__ Gornal.__ Sant Josep.__ Av. Carrilet 
 

Se dio media vuelta sin pensarlo dos veces. Aun existía la esperanza de que no llegara demasiado tarde. Eran las 06:08.

Cuando llego al andén, un convoy había llegado escasos instantes antes a la estación. La gente con evidente enojo pasaban delante de el. Entonces vio a Raúl. Un compañero de trabajo que como el tomaba el metro para ir a la oficina. Este lo localizo nada más que Víctor fue en su busca.

- ¿Qué es lo que vamos a hacer ahora? -. Le pregunto nada mas verle de la manera mas escueta.

Era evidente que también conocía el estado de la línea 5 además de encontrarse perdido en aquel instante.

- Subamos de nuevo -. Le respondió casi empujándole al interior del coche.- En la Pl. de España están los “Ferrocatas”. Allí cogeremos uno de ellos que nos lleve hasta la Av. Carrilet -. Le respondió él a modo de solución.

Raúl le siguió e imito sentándose a su lado.

- ¿Pero que es lo que ha ocurrido? -. Le pregunto al tiempo que el convoy iniciaba la marcha.

- No lo se pero a tenido que ser la lluvia la causa del corte. La línea 5 sufre la misma suerte. 

Si os fijáis en los planos de la línea 8 y la línea 1 ambas coinciden en una de las estaciones. Av. Carrilet. Es a esa estación donde nuestros dos protagonistas intentan llegar utilizando el “fabuloso” transporte público Barcelonés. 

Pasaron la de Hostafrancs sin novedad y luego, cuando el tren iba reduciendo la marcha por norma ya que la de PL. España se trata de una estación en curva, a mitad de ella reanudo la marcha sin detenerse ante la sorpresa de la mayoría de pasajeros que estaban preparados para bajar y que habían pensado lo mismo que él. Pero este se dio cuenta de algo más.

- ¡Y ahora, ¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué no se detiene? -. Pregunto Raúl de nuevo sorprendido

Víctor pareció ignorar la pregunta.

- ¿Te has fijado en el andén? -.

- Si… estaban algo desiertos ¿no?

- Desiertos no, Raúl. ¡La estación esta cerrada! No se ha detenido por que al parecer los “Ferrocatas” sufren el mismo “mal” que estas dos líneas… o al menos es lo que creo.

- Pero esto no es justo -. Exclamo enojado.

- ¡En esta Plaza hay autobuses que nos podrían haber llevado a la oficina! ¡Deberían habernos dado la oportunidad, por lo menos de elegir esa opción!

El cerebro de Víctor ya no lo escuchaba. Tenia que llegar a la oficina lo menos tarde posible. Y llevar con el a Raúl.

- ¡La RENFE! -. Exclamo de pronto - ¡En Plaza de Cataluña podemos coger un tren que nos lleve ha Hospitalet! ¡De allí al taller solo hay 20 minutos escasos yendo a pie!

Raúl lo miro sin estar muy convencido.

- Si. Pero la tormenta le puede haber causado a la RENFE los mismos desperfectos que en el metro y los “Ferrocatas” -. Adujo con toda la razón y carente de esperanza.

- ¡No necesariamente! -. Le respondió -. La RENFE en la línea que cruza esa misma zona esta mucho más alta. La tormenta puede que haya no causado el mismo mal en ella. Solo nos faltan dos estaciones y estaremos nuevamente en camino -. Señalo mirando el panel de encima la puerta

- Nos bajaremos allí y tomaremos el primer tren que venga.

Raúl se lo miro sin mucho convencimiento.

- Naturalmente que ya nos podemos olvidar de llegar puntuales al trabajo -. Añadió con algo de buen humor.

- ¡Eso si es que la RENFE no tiene también la línea cortada! -. Le replico Raúl a su vez

Víctor no quiso escuchar he izo como si no lo hubiera oído. No deseaba de ninguna de las maneras que ese nuevo enlacé le fallara.

Si eso ocurría tan solo le quedaba la opción de regresar a su casa y tomar el coche. A esas horas, aunque no les quedara otro remedio con las incontables obras de había en la ciudad, seria meterse en un atasco no deseado.

Bajaron del metro. Víctor se detuvo un instante para orientarse. Hacia mucho tiempo que no tomaba el tren en aquella estación y Raúl que lo seguía vio su duda.

- Vamos por la derecha -. Indico -. Las taquillas están por ahí.

- ¡No! Es por la izquierda. ¡Vamos! -. Le dijo iniciando la marcha - Este lado es mas corto ya que casi estamos a la cabeza del tren. -. Continuo hablando con Raúl a sus espaldas siguiéndolo - Las taquillas están a los dos lados creo recordar pero no nos harán ninguna falta. El billete que llevamos es integrado y nos sirve por igual mientras no transcurra más de una hora y no superemos 1 zona en el recorrido que es lo que hemos pagado.

Subieron raudos las escaleras. Aquel lado no tenía automáticas. Detalle que los dos hombres ignoraron por completo.

Llegaron hasta la canceladóra de billetes sin novedad. Contrariamente a lo que habían vivido hasta el momento, la situación de aquella estación parecía que de momento era de normalidad absoluta.

Bajaron al andén. En aquel instante, la “susi” (Es así como se conoce a la voz de megafonía en la RENFE) anuncio la llegada de un tren. 

¡Tren procedente de Mataró con destino Molins de Rey, con parada en todas las estaciones y apeaderos efectuara en breve su entrada! 

Los dos hombres se miraron como sorprendidos. Al parecer las incidencias sufridas en las líneas de metro, la RENFE no había sufrido mella.

Eran las 06:25

- ¡Déjame el teléfono un momento! -. Le pidió Víctor a Raúl.

- ¡No tengo! -. Le explico ante la cara de asombro de Víctor - Lo perdí y lo di de baja ayer mismo. ¿Para que lo quieres ahora?

- Tenemos que llamar a la oficina como sea y explicar que llegaremos algo tarde. -. Le explico mirando a su alrededor en busca de un inexistente terminal telefónico en aquel anden.

- ¿Por qué no llamas desde el tuyo?

Víctor se lo quedo mirando un breve instante en silencio ¿Acaso creía Raúl que no deseaba usar su propio…?

- No dispongo de saldo en este instante. -. Le respondió tratando de explicarse innecesariamente.

- Si tuviera no te lo hubiera pedido.

En aquel momento se empezó a divisar la luz de los faros de una 447 que predecía su llegada.

- Ya esta aquí -. Murmuro Víctor sin desviar la mirada de la entrada del tren en la estación. Raúl, se volvió y también vio como iniciaba su entrada la poderosa UT.

- ¡Vamos! -. Exclamo Víctor cuando la unidad se hubo detenido al tiempo que oprimía el botón de abertura de la puerta -_ ¡Es nuestro pasaporte al trabajo hoy! 

Pasaron la estación de Sants central sin ninguna novedad que esta entre esta y la de Hospitalet (ese trozo de línea ya se hace a cielo descubierto) a donde ellos se dirigían, pasaron por delante de la estación de la Bordeta. La causante, por las obras que allá se realizan del TALGO, del corte de la línea 1 a causa de la tormenta eléctrica. Pero poco o nada pudieron visualizar en la oscuridad de la noche. Todo, hasta donde la vista alcanzaba, parecía de lo más normal. 

Finalmente llegaron a su estación pero todavía no habían terminado sus problemas.

- ¡En esta estación seguro que hay un terminal telefónico!-. Auguro Víctor mientras se bajaban del tren en un andén extrañamente repleto de gente a aquella hora. Había dejado de llover observo también en silencio

- Habrá que llamar y avisar de nuestro retraso -. Dijo con un silencioso Raúl siguiéndole. 

La estación de Hospitalet se haya en vertiente oeste. El tren de nuestros protagonistas llego en vertiente este. Por esta razón, siguiendo al “río” de gentío que había descendido del tren, se dirigieron al paso subterráneo para cruzar las vías. La sorpresa fue que al llegar al paso, al igual que el resto de la gente, este descubrió que se hallaba inundado a causa de la tormenta.

- ¡No nos queda otro remedio de cruzar por las vías! -. Exclamo Víctor contemplando al resto de la multitud que hacia lo propio.

Pero nada mas intentar el movimiento Apareció, cruzando las vías en sentido inverso con los brazos abiertos de par en par un guarda jurado tratando de evitar que los pasajeros las atravesaran.

- ¡¡¡Vayan al otro extremo del anden!!! -. Chillaba el hombre con los brazos extendidos a modo de muralla humana- ¡¡¡¿Es que no ven que por aquí pasan trenes?!!!

Raúl, siempre con el raciocinio presente, intento oponerse al guardia jurado. Víctor que lo intuyo lo detuvo cogiéndolo del brazo.

- ¡No lo discutas y ven conmigo! -. Le exigió comenzando a caminar en sentido donde el guarda indicaba. - ¡No tengo ganas de llegar innecesariamente tarde por culpa de una maquina de ordenanzas! -. Le dijo sin volverse.

- ¡¿Pero te has fijado que prepotencia gasta el gil…..?! -. Trato de protestar Raúl sin dejar de seguir al otro - ¡Pero si parece que la estación sea suya!

- En estos momentos me da igual. -. Le respondió sin dejar de caminar al tiempo que el convoy que les había traído salía de la estación prosiguiendo su viaje dejando la vía expedita. Víctor se detuvo. Miro a ambos lados por si venia algún tren. Estaba en mitad del andén. A lo lejos se oían todavía las voces del guardia jurado dando instrucciones.

- ¡Crucemos por aquí! -. Indico Víctor al tiempo que descendía a las vías- El guarda no nos ve ahora. Es el momento -. Raúl perplejo lo siguió sin rechistar pasando ambos al otro andén.

Volvieron a andar hacia atrás. La salida de la estación era única en su vertiente oeste y además tenían que pasar por una canceladóra de billetes. Víctor lo sabía y no le pillo de sorpresa aquel hecho. Algunas veces para ir a su casa, se bajaba del metro y pillaba el tren en aquella misma estación, pero en sentido inverso. Por eso conocía el trozo de la línea.

En realidad, lo que les llamo la atención a ambos es la cantidad de gente que en el hall de la estación hallaron.

- ¿Qué es lo que hace toda esta gente aquí? -. Pregunto Raúl mientras cruzaban las canceladóras sin dejar de mirar extrañado toda aquella multitud.

Antes de responder, Víctor miro a su alrededor. Algunos de aquellos pasajeros les devolvían las miradas con vivo semblante preocupado.

- ¡Tu has tenido mas suerte que ellos, Raúl! -. Dijo sujetando su maletín con fuerza.-Tu casi has llegado a tu destino -. Le respondió fijándose en como los de seguridad impedían el paso al anden a toda la gente procedente del metro -_ Ellos… tienen que encontrar un camino que les lleve al “otro lado” -Le dijo echando de nuevo a andar sin añadir mas comentarios.- ¡Venga…! -. Añadió cuando ya salía por la puerta acristalada de la estación -_ ¡Que aun nos quedan unos veinte minutos de caminata hasta la oficina!

Epilogo

Llegamos finalmente con unos 10 minutos de retraso al trabajo. Todo eso después de las peripecias que llegamos a sufrir. Eran las 07:10 de la mañana.

TMB jamás se disculpo por no detener sus trenes en la plaza de España. Estación de enlace con los Ferrocarriles Catalanes. Línea que en sus primeras estaciones, aunque apartadas de la 1 del metro hubiera podido solucionar en gran parte el itinerario de una gran multitud de gente que a aquellas horas acudían a su puesto de trabajo.

En aquella estación no solo salen los FGC. En el exterior, existe una amplia red de paradas de autobuses que te comunican con toda la comarca del Bajo Llobregat.

Hacia las 07:35 horas de la mañana. Una hora y media más tarde se reanudo el servicio en las dos líneas. 

FIN

Publicado por Badia 4000 Exclusivo para el Blog